domingo, 28 de agosto de 2011

Apareciste de nuevo, de repente, sin llamar y por una puerta entreabierta y no sabía que la persona que se encontraba dentro de mi cuerpo podría ganar tantas sonrisas como latidos de un corazón a medio gas. Y supe que las sombras tienen que ir siempre por detrás de los pasos, que los caminos van llegando aunque no quieras caminar más, que las vidas que se cruzan siempre dejan algo aunque no se aprecie y tú tan perfecto regalándole a mis ojos una luz que ilumina toda la oscuridad. Podría decirte muchísimas cosas en tan poco tiempo pero mejor guardarse las palabras y dejar que el silencio llene cada espacio porque no hay evidencia más grande que una mirada como la tuya.

1 comentario:

  1. Hola,preciosas y profundas letras van desnudando placidamente la pura y agreste belleza de este germinal blog, si te va la palabra encadenada, la poesía, te espero en el mio,será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias, buen día, besos interminables...

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